¡Impacto total! Fujifilm brilla otra vez con la X-E5
Fujifilm lanza la nueva Fujifilm X-E5. Una noticia que, como siempre, despierta gran expectación entre los amantes de la Serie X. Esta cámara digital sin espejo, que estará disponible en septiembre, impresiona por su equilibrio entre tradición y modernidad, combinando el diseño clásico que caracteriza a Fujifilm con innovaciones que la posicionan como una herramienta versátil para fotógrafos exigentes.
Exclusivo por el Equipo CAPTION Magazine
Con un peso de apenas 445 gramos, la X-E5 se siente ligera pero robusta, gracias a su placa superior de aluminio mecanizado, una novedad en la serie que aporta una textura metálica premium y una rigidez que transmite calidad al sostenerla. Nos encanta cómo los bordes afilados y las superficies curvas se integran en un diseño elegante, acompañado de una correa tipo cuerda que refuerza su sofisticación.
El visor electrónico (EVF) nos sumergió en una experiencia de disparo intuitiva, especialmente con el nuevo modo “Pantalla clásica”, que reduce la información visual a lo esencial, evocando la simplicidad de las cámaras de película. Este modo, combinado con la posibilidad de manejar los diales y la palanca de control con una sola mano, nos permitió concentrarnos plenamente en la composición.
La función de Visión Envolvente, que muestra el área fuera del encuadre con patrones semitransparentes o de líneas, nos parece un acierto para quienes buscan una experiencia cercana a un visor óptico, pero con las ventajas de un EVF. Además, la palanca frontal personalizable, que permite ajustar desde el modo de visor hasta el teleconvertidor digital, nos ofreció una operatividad fluida y adaptada a nuestras necesidades.

La estabilización de imagen en el cuerpo (IBIS) de cinco ejes, con hasta 7,0 pasos en el centro y 6,0 en la periferia, nos dejó impresionados por su rendimiento en escenarios dinámicos. Esta característica, junto al sensor X-Trans CMOS 5 HR de 40,2 megapíxeles y el procesador X-Processor 5, garantiza una calidad de imagen excepcional, con una relación señal-ruido optimizada y la posibilidad de usar ISO 125 como sensibilidad estándar.
Nos entusiasmó la precisión del autofocus basado en IA, capaz de detectar desde animales hasta drones, con un seguimiento sobresaliente para sujetos en movimiento, incluso en condiciones de bajo contraste. La incorporación de un teleconvertidor digital (1,4x y 2,0x) con mínima pérdida de calidad y el monitor basculante de 180 grados nos parecieron detalles que amplían las posibilidades creativas, desde retratos espontáneos hasta composiciones en ángulos complejos.
En video, la X-E5 no se queda atrás, ofreciendo grabación en 6,2K/30P con autofocus de seguimiento, ideal para quienes combinan fotografía y cine. El nuevo dial de simulación de película, con ajustes personalizables en las posiciones FS1-FS3, nos permitió experimentar con recetas de color únicas, un guiño a la herencia analógica de Fujifilm que siempre apreciamos. Acompañando a la cámara, el objetivo FUJINON XF23mmF2.8 R WR, ultracompacto y ligero, nos pareció el compañero perfecto para la X-E5, reforzando su portabilidad sin comprometer la calidad óptica.
Con un precio recomendado de 1549€ para el cuerpo y 1799€ con el XF23mmF2.8, la X-E5 nos parece una propuesta sólida para fotógrafos que buscan una cámara compacta pero potente, capaz de adaptarse a múltiples géneros fotográficos. Su diseño refinado, operatividad intuitiva y prestaciones avanzadas nos dejaron con la sensación de que Fujifilm ha sabido evolucionar la Serie X sin perder su esencia.
El alma ligera de la X-E5: FUJINON XF23mmF2.8 R WR
Junto a la X-E5, Fujifilm introduce el objetivo FUJINON XF23mmF2.8 R WR, un compañero que nos cautivó por su diseño ultracompacto y su versatilidad. Con un peso de tan solo 90 gramos y una longitud de 23 mm, este objetivo de 23 mm (equivalente a 35 mm en formato full-frame) se siente como una extensión natural de la cámara, ideal para llevarlo a todas partes sin sacrificar rendimiento.
Nos impresionó su capacidad para ofrecer una resolución sobresaliente, optimizada para el sensor X-Trans CMOS 5 HR de 40,2 megapíxeles, gracias a una construcción óptica de 8 elementos en 6 grupos, con dos lentes asféricas que minimizan aberraciones desde el centro hasta los bordes. El bokeh circular, logrado con 11 hojas de apertura, nos pareció especialmente atractivo para retratos y primeros planos, aportando una suavidad que realza al sujeto.

La portabilidad del XF23mmF2.8 nos permitió explorar su versatilidad en múltiples escenarios, desde instantáneas urbanas hasta fotografía de mesa. Su distancia mínima de enfoque de 20 cm nos abrió un abanico de posibilidades creativas, especialmente en espacios reducidos, manteniendo una calidad de imagen impecable incluso en primeros planos.
El sistema de enfoque de grupo completo, combinado con un motor de CC de alta velocidad, nos brindó un autofocus preciso y rápido, ideal para capturar momentos fugaces sin perder nitidez. Nos encantó la operatividad del anillo de enfoque manual, que responde con precisión incluso a ajustes sutiles, y el diseño de los anillos, que evita interferencias entre el enfoque y la apertura, facilitando un manejo fluido.
El diseño exterior, con un acabado metálico elegante y un moleteado que simplifica el cambio de lente, nos pareció un reflejo del cuidado de Fujifilm por los detalles. Además, su resistencia al polvo, goteo y temperaturas de hasta -10 °C, con 9 puntos de sellado, nos dio la confianza para usarlo en condiciones adversas, desde lluvia ligera hasta entornos polvorientos.
Disponible en negro y plata, el XF23mmF2.8 R WR no solo complementa estéticamente a la X-E5, sino que eleva la experiencia fotográfica con una combinación de ligereza, calidad óptica y robustez que nos dejó ansiosos por seguir explorando sus posibilidades.
Sigue leyendo sobre cámaras digitales Fujifilm:
https://www.fujifilm.com/es/es-es/consumer/digitalcameras
X Summit Shanghai 2025: