Volviendo a la película: España

Volviendo a la película: España

Gracias al apoyo de: Miyagi Studio

 

 

Isidora Cáceres
@_icaceres

Cámara: Canon AT-1
Película: CineStill 800

Tuve mi primer encuentro con ella, como sujeto al menos. Se sintió inabarcable. Tomé sus buses y deambulé por sus calles desconocidas y no tanto, en un estado de constante alienación, observando un eterno baile de confluencia y separación; de caos, roces y pausas. vi luces pasar enfrente de mis ojos, o quizás yo pasé por enfrente de ellas con mi Canon-AT1 y un Cinestill 800 te busqué en todas sus esquinas. Escuché atentamente su ritmo siempre cambiante; un coche pasa por la calle mojada a mi izquierda, pasos a mi espalda que aumentaban su intensidad para luego reducirse, el abrir de una reja a mi derecha y llaves tintineantes a mi alrededor. Un perro. Una bocina. Una canción. A ratos vi todo como una película muda y solo podía pensar en jazz. Fue ver todo en líneas y colores, en detalles y en gestos. Un policía regordete de barba blanca cual perro guardián en una esquina, una chica bebiendo una taza de café con un cigarro en esa banca a metros de tu casa, un niño de lentes redondos y chaqueta de tipo esquimal. Un debate constante. Murmullos. Dolor en mis pies. Alegría y confusión. Todo a la vez.

 


Álvaro Piquero
@alvaronueveveinte

Cámara: Olympus OM10
Lente: Zuiko 50mm 1.8
Película: Ilford HP5 Plus

No quería disparar más fotos y ahora me encuentro cargando mi Olympus OM10 con un Ilford HP5 Plus Edición 145 años para el “Desafío 35” de la revista CAPTION. ¿Quién lo diría? Los chicos de Miyagi Studio tienen mucha culpa de que esto haya sucedido y se los quiero agradecer. Los retos que están fuera de la zona de confort imponen de sobremanera. Mi especialidad son los paisajes de montaña y la ciudad me pilla lejos física y mentalmente, pero algo tenía que hacer y jugué mis cartas. Escogí este carrete y le monté el Zuiko 50mm 1.8 a mi Olympus. No conseguí cambiar el papel que tan interiorizado tengo de fotógrafo de paisaje. Mantuve la distancia sin querer intervenir en la escena, me tomé el tiempo que creí necesario en cada disparo y solamente me dejé llevar por las luces y sombras que generaban los edificios, igual que si estuviera andando entre mis montañas del Pirineo. Creo que, de alguna forma, fotografiar así es mi seña de identidad. Estaba disfrutando tanto de este carrete que no era consciente de los kilómetros que había recorrido. Plaza España, el Palacio Real, Nuevos Ministerios… Madrid me absorbió con su encanto de manera inesperada y hasta es posible que me anime a disparar más carretes por las calles de alguna ciudad del mundo. Este desafío ha hecho que me dé cuenta de que si haces las cosas con bondad, mimo y sentimiento lo demás llega solo. Gracias de corazón CAPTION Magazine por contar conmigo.

 

Todas las fotografías publicadas aquí tienen el Copyright del respectivo fotógrafo.

© 2019 Caption Magazine. ISSN 0716-0879